El beso de Klimt, el mejor cuadro

El beso de Gustav Klimt

Es la mejor representación de amor que nadie ha plasmado en un lienzo. De ahí que todas las mujeres que pasaron por la vida de Klimt quisiera razonar e insistieran en que se trataba de ellas, cada una desde sus argumentos. Lógico. Los cuadrados indican la masculinidad y se agrupan en el lado otorgado al hombre, que supuestamente es el propio pintor. Separados por una fina, pero marcada línea, se entrelazan los círculos y reflejan la indiscutible proporción femenina de las curvas, de una manera tan precisa que ralla la perfección. Para mí, la alcanza. Es la máxima expresión del amor del que brotan las flores, que parecen crecer gracias a la pasión que se profesan los protagonistas.

Desde siempre, ha sido mi cuadro favorito. Un regalo de reyes inició mi relación más intima con el cuadro. Mi madre lo sabía, sin yo recordar el momento en que lo comenté con ella, y fue uno de los mejores regalos que me ha podido hacer. Cuando vivía en el seno familiar, el cuadro dormía conmigo encima de la cama. En el momento en el que me independicé, ocupó un lugar muy especial y el primero en instalarse en la pared del fondo del pasillo, que al poco se iluminó con un foco alógeno oculto en el techo como si estuviera expuesto en un museo.

En mi primer cumpleaños independiente, llegó a mis manos otro de los mejores regalos: un libro de gran tamaño de la pintura de Gustav Klimt. El remitente era mi hermano pequeño, que tiene muy buenas ideas y llegará lejos. 

Gracias Familia por acercarme a este pintor y hacer que viva conmigo. 

Post dedicado a Arancha, por seguir siendo luz en mi vida. Me sugirió crear un nuevo blog de curiosidades y hablar de cuadros y otras curiosidades. Podéis ver su blog: http://escribiraloleosobrelienzo.blogspot.com.es/