El origen del té no está muy claro, así que en cada cultura milenaria hay una teoría:
- Cuenta una leyenda china que el té surgió de manera fortuita en el año 2.737 a.C. cuando el emperador Shen-Nung se sentó a descansar debajo de un árbol. Hirvió agua, como era su costumbre, y unas hojas de aquel árbol cayeron dentro de la olla. El emperador probó aquello, le gustó y mandó recolectar semillas de aquel árbol silvestre para repetir el brebaje que hemos llamado Té o Chá para los portugueses.
- Según la tradición japonesa, el té proviene del príncipe Bodhi-Dharma que un día soñó con todas las mujeres de su vida, que fueron bastantes, y se sintió tan avergonzado que prometió no volver a dormir para evitar volver a soñar algo parecido. Sin embargo, al poco tiempo, le entró sueño y cansancio, pero mascó unas hojas de un árbol que encontró en su peregrinaje y le mantuvo despierto, permitiéndole cumplir con su promesa.
- Y también la cultura de la India posee una leyenda al respecto del origen del té: el príncipe Bodhi-Dharma partió para promulgar el budismo por el mundo. Tras cinco años de viajes y enseñanzas, el príncipe enfermó. Entonces, siguiendo las indicaciones de los sabios, recogió unas hojas de un árbol especial para sanarse y se preparó una infusión. Este remedio le curó y pudo continuar con su propósito.
En cuanto a la historia del consumo del té y su divulgación, tiene fechas más exactas:
En el siglo XXVII a.C., tomaban el té en China, hay evidencias que lo demuestran. Por esto, la expansión del té comenzó desde la propia China entre el 589-222 a.C. como planta medicinal y, con su comercio, alcanzó el Himalaya, así como Japón alrededor del 800 a.C., si no antes.
La llegada del té chino a Europa vino tras la apertura de la ruta marítima entre Oriente y Occidente por los portugueses u holandeses. Fue todo un éxito durante el siglo XVII. La compañía holandesa de las Indias Orientales se quedó con el monopolio y eran los únicos que exportaban el té, junto con China y Japón, claro.
A Estados Unidos llegó por el gobernador Peter Stuyvesant en 1650, quien envió un cargamento de té a Nueva York.
Sin embargo, no tuvo tanto éxito por su precio excesivo y por sus impuestos. Lo cual produjo que en 1773 tuviera lugar el motín del té de Boston, que consistió en el principio de la Guerra de Independencia de EEUU.
Ya en el siglo XIX, los ingleses cultivaban té en India, abrieron el mercado y abarataron costes, facilitando que fuera más popular todavía.
Sin embargo, no tuvo tanto éxito por su precio excesivo y por sus impuestos. Lo cual produjo que en 1773 tuviera lugar el motín del té de Boston, que consistió en el principio de la Guerra de Independencia de EEUU.
Ya en el siglo XIX, los ingleses cultivaban té en India, abrieron el mercado y abarataron costes, facilitando que fuera más popular todavía.
Gracias a los árabes, que tenían sus propias rutas de comercio, se introdujo el té en África. Tuvo mucha repercusión por el norte y así se instauró como bebida típica de Marruecos o Túnez, entre otros. Ahora entiendo por qué los marroquíes tienen tanta influencia árabe.
Y, en España, el té apareció en el siglo XVIII como una moda importada de Francia e Inglaterra, pero el café y el chocolate ya estaban popularizados, por lo que el té generó menor acogida.
Actualmente, el té se consume más que el café, la cerveza o la Coca-cola, sin contar el agua.
Existen multitud de variedades de té y cada una tiene sus características peculiares que las distingue.
Algo que me atrae desde siempre, pues quien me conoce sabe que no tomo café, que lo dejé el 1 de enero de 2004, tras pasarme en el carrera y a partir de entonces cada año descubro alguno nuevo.
Destaco los siguientes tipos de té:
Cabe indicar que el más conocido y consumido de los mencionados es el té negro, del cual existen más variedades como Earl Grey, Darjeeling o English Breakfast.
Por el contrario, el menos popular es el té azul, que personalmente lo he conocido este verano. Está hecho a base de algas, se le conoce por "té marino", con un sabor entre el dulzor del té verde y el amargor del té negro, pues se consigue parando el proceso de fermentación entre uno y otro.
Este verano caluroso y el mes de septiembre que ha arrancado calentito también, lo que mejor sienta son los tés fríos, mis fieles aliados estas últimas semanas.
En el Lidl, venden unos botes con el té ya preparado listo para servir en agua bien fresquita.
Estos días de mucho calor, vienen estupendamente.
¿Te apeTEce una tacita de TÉ? =D
Bibliografía
> Té azul
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