sábado, 6 de diciembre de 2014

El elefante, amuleto imprescindible



El elefante como amuleto tiene una procedencia hindú y surge de la leyenda de Ganesha, el dios con cabeza de elefante, hijo del dios Siva y la diosa Parvati. Se distinguía por ser muy obediente a las órdenes que le daban sus superiores y profesaba un gran amor a su madre.

Cuenta una leyenda que a Parvati, la madre, le gustaba quedarse sola en su palacio y para que nadie la molestara ponía a Ganesha de centinela en la puerta con la orden de no dejar pasar a nadie y así evitar ser molestada. 

En cierta ocasión, mientras su madre se bañaba, él cuidaba su intimidad tratando de que nadie irrumpiese en la casa. Cuando su padre Siva quiso entrar en el palacio, Ganesha le negó la entrada, pues no tenía la autorización de su madre. Siva se enfureció y con su espada le cortó la cabeza que saltó y rodó por una pendiente hasta desaparecer. 

Su madre, al oir los ruidos del altercado salió del palacio y encontró a su hijo muerto, decapitado y ensangrentado por ser fiel y obediente a sus órdenes. Siva, a pesar de su violencia, tenía buen corazón y, arrepentido por su acción, mandó a un serviente que le trajese la primera cabeza que encontrase. Lo que encontró el criado fue un elefante, le cortó la cabeza y se la llevó al dios, quien la puso de nuevo sobre los hombros de su hijo para resucitarlo. 

Desde entonces Ganesha dejó de ser un hermoso joven de rostro humano para convertirse en un hombre con cabeza de elefante, con cuatro brazos, larga trompa y orejas grandes. 


Por esta leyenda, las figurillas de elefante en su forma animal están tan estrechamente relacionadas con la protección del hogar y de la familia. Además, en la India se cree que el elefante es un animal que posee una gran inteligencia, por este motivo a Ganesha en su calidad de dios de la sabiduría, se lo invoca al iniciar una empresa de importancia o una nueva etapa. Se pide la inteligencia, el talento y la sabiduría para emprender estas acciones con los mínimos obstáculos, ya que con su trompa aplasta todo tipo de dificultades.

Para que el amuleto dé buena suerte, la figura del elefante tiene que adoptar una postura determinada: de pie, en posición de marcha y con la trompa levantada y doblada hacia atrás. La trompa levantada impide que la buena suerte se escape y se vaya hacia abajo desapareciendo, además, el que lleve al elefante será bendecido con riqueza, trabajo y buena memoria.

Este amuleto puede llevarse de colgante como protector personal, aunque también se utiliza en forma de figurillas de mayor tamaño talladas en ébano y otros materiales que se colocan en el interior de las casas de frente a la puerta principal para mantener alejadas las catástrofes y den buena suerte a sus habitantes. 

Cuando se invoca a Ganesha, llevamos un amuleto con su figura o con la forma de un elefante, estamos
pidiendo la inteligencia, el talento y la sabiduría necesarias para emprender ciertas acciones en la vida.

Adicionalmente, el elefante es el símbolo del primer chakra Muladhara. Significa fortaleza y afianzación de las necesidades básicas de supervivencia. Se dice que Ganesha es el dios hindú eliminador de obstáculos y guardián de este chakra, que se representa con una imagen de un elefante: yantra.

Bibliografía:
Blog de Yahoo
Revista Mil Opciones

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