El origen del té no está muy claro, así que en cada cultura milenaria hay una teoría:
- Cuenta una leyenda china que el té surgió de manera fortuita en el año 2.737 a.C. cuando el emperador Shen-Nung se sentó a descansar debajo de un árbol. Hirvió agua, como era su costumbre, y unas hojas de aquel árbol cayeron dentro de la olla. El emperador probó aquello, le gustó y mandó recolectar semillas de aquel árbol silvestre para repetir el brebaje que hemos llamado Té o Chá para los portugueses.
- Según la tradición japonesa, el té proviene del príncipe Bodhi-Dharma que un día soñó con todas las mujeres de su vida, que fueron bastantes, y se sintió tan avergonzado que prometió no volver a dormir para evitar volver a soñar algo parecido. Sin embargo, al poco tiempo, le entró sueño y cansancio, pero mascó unas hojas de un árbol que encontró en su peregrinaje y le mantuvo despierto, permitiéndole cumplir con su promesa.
- Y también la cultura de la India posee una leyenda al respecto del origen del té: el príncipe Bodhi-Dharma partió para promulgar el budismo por el mundo. Tras cinco años de viajes y enseñanzas, el príncipe enfermó. Entonces, siguiendo las indicaciones de los sabios, recogió unas hojas de un árbol especial para sanarse y se preparó una infusión. Este remedio le curó y pudo continuar con su propósito.